IA: ¿fin o principio?
No compitas con el algoritmo: dirige lo que no puede sentir
Seguimos construyendo castillos en la arena mientras la ola se acerca. No son cifras: son vidas con finiquito. En julio de 2025, Estados Unidos anunció 62 mil recortes; más de 10 mil ligados directamente a inteligencia artificial y otros 20 mil a “actualizaciones tecnológicas”. La ola está enfrente y seguimos construyendo castillos en la arena.
No es una pelea entre tecnología y humanidad; es una carrera con ritmos distintos. La innovación acelera; la reconversión llega tarde. Miremos el costo: entre 2025 y 2030, el Foro Económico Mundial proyecta 92 millones de empleos desplazados por automatización.
En México, mayo cerró con 45 mil empleos menos. ¿Quiénes van primero al recorte? Tareas rutinarias: cajeros, asistentes, capturistas, personal postal y centros de contacto que migran a agentes de inteligencia artificial. No siempre sustituyen, pero sí reducen tareas.
Llevo dos años con las manos dentro de modelos, prompts y datos. Cada semana surge un atajo y no todos tienen el mapa. La herramienta multiplica productividad si diseñas bien el proceso; mal usada, excluye. La ética no va al final o la transición se hace con dignidad o la desigualdad pondrá la factura sobre la mesa.
¿Qué hacer hoy? Aprender cada día con tecnología, auditar tu trabajo para entender dónde te supera y dónde la superas, y compartir lo aprendido en equipo.
La IA hará de todo, menos sentir, NUNCA existirán emociones artificiales.
El corazón no se codifica.