No quiero morirme (todavía)
¿Más años de vida o más vida a los años?
Imagina que mañana te devuelven diez años de vida. ¿Los inviertes o los mandas a “guardar para después” junto a la dieta que iniciarás Mañana Lunes?
Ya no hablamos de futurismo cursi. Desde que Shinya Yamanaka recibió el Nobel de Medicina en 2012, la reprogramación celular dejó de ser truco de laboratorio para convertirse en mapa. Con tres de esos factores (OSK), un equipo revirtió marcadores biológicos de edad y devolvió visión a ratones viejos. Dicho en términos coloquiales: cuando ordenas la memoria epigenética, el organismo responde.
La promesa no es inmortalidad; es tiempo contable. Hay científicos que sostienen que en cinco años podríamos revertir alrededor de diez años biológicos. Con eso, la pregunta deja de ser “¿lo crees?” y se vuelve “¿qué decides prolongar?”.
Aquí va el golpe honesto: ¿más años de vida o más vida a los años? Lo primero es calendario; lo segundo, propósito. Y el propósito no se compra ni lo vende ningún laboratorio.
Porque sí, quizá podamos vivir 150 años pero ¿para qué quieres 150 si hoy no te alcanza la tarde? Regalamos horas al scroll infinito y luego juramos que “no hay tiempo” para leer, hacer ejercicio o para una buena plática sin prisas. Si no cambiamos la ecuación, sólo alargaremos la lista de pendientes.
Y, por lo que más quieras: lo que decidas hacer, por favor, no lo hagas en un concierto de Coldplay. ;)