¿Qué le preguntarías a DIOS?
Si solo pudieras hacerle una pregunta a Dios, ¿pedirías una respuesta o una explicación?
Hay preguntas que uno no se atreve a decir en voz alta porque sabemos que, si Dios responde, ya no hay vuelta atrás. ¿De verdad estás listo para escuchar eso que llevas tanto tiempo guardando?
Porque no me digas que nunca has imaginado que un día, sin previo aviso, Dios apareciera frente a ti y te dijera, con voz serena: Una pregunta, solo una. Y entonces, sin buscarla, ahí está la pregunta, esa que ya habías escrito en silencio...
Yo sí tengo la mía, y no tiene que ver con el universo ni con la creación. Tiene que ver con ese día, ¿tú lo planeaste así o andabas de vacaciones? Y esa puerta que no abriste o que se cerró para siempre?
Porque a veces no queremos saber la verdad; solo queremos saber que alguien nos la debe.
Muchos le preguntarían por el infierno; yo le preguntaría si de verdad nos mira cuando nos rompemos por dentro y decimos que estamos bien.
Otros le preguntarían por la muerte; yo le preguntaría por los vivos que se sienten muertos desde hace años...
Pero si algo he aprendido es que hay preguntas que no buscan respuesta, buscan eco, buscan redención y una forma de perdonarnos.
Al final, tú decides si preguntas, si callas o si, de una vez por todas, aceptamos que la respuesta puede que no venga del cielo, sino del lugar más olvidado de todos: TÚ.